domingo, 4 de abril de 2010

Esperar la primavera


Pocos libros que he leído me han conmovido tanto como "Los árboles mueren de pie" y "Prohibido suicidarse en primavera". Estas obras de teatro del gran dramaturgo Alejandro Casona logran que las emociones más profundas del lector sacudan toda su "estantería".
Ambas combinan algunos elementos realistas y otros mágicos, personajes cuyo sufrimiento es indescriptible y personajes de un azucarado optimismo ingenuo. Quienes no tienen más motivos por qué vivir se entrecruzan con quienes viven para los demás en ambientes surreales.
Desde el punto de vista temático, también tienen puentes que pueden servir a la reflexión. Estas breves pero contundentes piezas literarias triunfan en mostrarnos que el mundo puede ser un lugar mejor si todos "ponemos nuestro granito de arena". Sí, les concedo que suena a un cliché. Pero a veces vale la pena que un libro los recree con una vuelta de tuerca, ya sea para darle nueva vida a una vieja esperanza o para revitalizar la fé en las utopías. ¿Es este el mundo en el que queremos vivir? ¿Hacemos algo para mejorarlo?
A menudo nos quejamos de la corrupción política, del deterioro del medio ambiente y de las indignas condiciones de vida en la que se encuentran muchos de nuestros semejantes. Mucha gente cuya juventud transcurrió en otros tiempos sostiene que "las personas ya no son tan solidarias como antes". Mientras que todas éstas parecen preocupaciones válidas, no puedo evitar preguntarme: ¿qué responsabilidad tenemos en la construcción del mundo en el que nos toca vivir? Casona no llega tan lejos en sus obras como para ofrecer respuestas a interrogantes de ésta índole, pero sí narra historias que generan inquietudes en un lector curioso.
En "Los árboles mueren de pie", una institución asistencial produce situaciones artificiales para satisfacer necesidades emocionales de personas que han "tocado fondo". La popular serie televisiva Los Simuladores me viene a la mente. Las historia relata cómo una joven desamparada y una anciana abandonada vuelven a tener proyectos y a creer en el mañana gracias a las pecualiares intervenciones de la organización. La historia tiene un aroma de realismo mágico, un estilo similar al film Big Fish, del director Tim Burton.
Por su parte, "Prohibido suicidarse en primavera" introduce a quien lo lee en una visión alternativa del suicidio. La inmersión en este libro provoca interesantes cuestionamientos sobre lo que pensamos de la vida y la muerte. Los personajes que habitan sus páginas son, en su mayoría, muy infelices. Pero ello no impide que la primavera llegue a sus vidas después de haber pasado largos inviernos.
Las obras aquí mencionadas son una invitación del autor a que veamos la vida como un largo camino en el que alcanzar la felicidad en nuestro encuentro con otros es posible. Es probable que las situaciones que se narran sean inverosímiles, pero quienes las viven son seres muy reales. Como también lo son sus anhelos, sueños y pesares. Quizás cuando estamos pasando por un momento difícil, necesitamos la llegada de esa primavera.

5 comentarios:

  1. Un gusto gigante seguirte en blogspot. Gracias por comentar y nos continuamos leyendo!!

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  2. Genial me parecio lo antes escrito, y si aunque nos digan locos todos podemos hacer algo para cambiar la historia, aunque sea con un pequeño grano de arena!!!mechi

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  3. Me interesaron los libros, no se si estaran buenos o no pero a mi me atrapaste y seguramente vaya a leer alguno. Te agrego a los favoritos de mi blog. Un abrazo enorme.

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  4. Mechi:
    estoy totalmente de acuerdo. Muchas gracias por haber pasado por acá.

    Chano:
    el hecho de haber logrado que los libros te interesen ya es un triunfo para mí. Agradezco tus cálidas palabras.

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