viernes, 22 de enero de 2010

Una heroína fuera de serie

A mediados de la década del '90, Sarah Michelle Gellar protagonizó ésta magistral serie televisiva que supo combinar comedia, romance y ciencia ficción en un sólo formato. La historia de "Buffy, la cazavampiros" triunfa en dos aspectos que, si bien se complementan, pueden ser distinguidos por separado con fines analíticos: por un lado, el argumento general de la serie y las tramas de cada episodio; y por otro, el siempre deseado y no tan habitual desarrollo de personajes.
La trama de la serie es la siguiente: Buffy Summers, una estudiante de secundaria, ha sido elegida como Cazavampiros. Ésto significa que la joven heroína posee una fuerza extraordinaria y una capacidad de recuperación muy superiores a las de los humanos corrientes, necesarias para enfrentarse a vampiros y otros seres demoníacos. Todas las generaciones cuentan con una joven Cazadora, que está obligada a luchar contra la maldad hasta su muerte. Cuando ésto ocurre, una nueva adolescente es "elegida". Ahora bien, todo lo antes expuesto tiene varias connotaciones; de las cuales, Buffy logra erigirse como excepción.
La vida de una Cazavampiros es solitaria y difícil, debido a que sus deberes para con la humanidad le impiden desarrollar una vida social de cualquier índole. Afortunadamente, Buffy crea un entorno de amigos (Willow, Xander y Giles en principio) con el cual puede llegar a equilibrar su destino de heroína con su anhelo de ser una "chica normal".
El desarrollo de personajes es el otro pilar de la serie. Los seres monstruosos que desfilan en la pantalla y las situaciones fantásticas que viven los personajes constituyen metáforas de las problemáticas que viven adolescentes y jóvenes adultos en la cultura occidental actual. Temáticas tan variadas como el consumo de drogas, el temor al rechazo, los problemas de pareja y el inicio de los estudios universitarios, entre otros, son abordados aquí de un modo original y cautivador; permitiendo a su vez el crecimiento de los personajes.
La misma situación de Buffy, en la que ser diferente por sus obligaciones le genera dificultades para integrarse en su entorno social, bien puede reflejar cómo se sienten muchas personas en este período de cambios. En este sentido, una de las fortalezas más grandes de la serie es su capacidad de retratar de modo innovador los obstáculos que se presentan en el desarrollo de la personalidad y la adaptación al medio en el que vivimos. Asimismo, tienen lugar en la trama las representaciones y expectativas que los adultos y la sociedad toda tienen sobre esta compleja etapa de la vida. No puedo evitar preguntarme en este punto ¿cuáles son esas expectativas? ¿qué se espera de los adolescentes, por ser adolescentes? Mucho se ha escrito y se ha discutido acerca de los procesos biológicos y psicosociales que acontecen en este período, pero ¿qué le ocurre al resto de la sociedad? ¿pensamos normalmente en ésto? Además de la juventud rebelde, aparecen en "Buffy" algunos adultos moralmente muy cuestionables, también envueltos en metáforas. Otro tema destacable en la serie es el fortalecimiento de la identidad femenina.
El hecho de que la serie sea protagonizada por una chica rubia de dieciseis años que tiene una fuerza extraordinaria pero que no sacrifica su femineidad a la hora de salvar el mundo, constituye una bisagra televisiva en el ámbito de los super héroes. A lo largo de sus siete temporadas en el aire (y en especial en la última), el creador y porductor de la serie, Joss Whedon, ha sabido reflejar las diversas actitudes que los hombres tienen hacia las mujeres actualmente. En este sentido, tanto Buffy como otros personajes femeninos son tratados como objetos, como rivales, como pacientes enfermos, como "el enemigo" y como mujeres. ¿Cuántas heroínas como ésta vemos en televisión? ¿Consideramos normalmente que las mujeres pueden desempeñar roles de autoridad y ocupar puestos de poder en diversos ámbitos? ¿Con qué frecuencia un programa televisivo es capaz de tomar estos estereotipos y ponerlos en discusión? La lista de preguntas en este rumbo podría continuar mucho más.
Creo que una serie así nos hace posible re-pensar las distintas etapas de la vida y el atraviesamento de las mismas, el rol que las mujeres tienen en la sociedad y la manera en la que percibimos a las personas que son diferentes a nosotros. Aquí he expuesto una serie de cuestiones que se desprenden del análisis de la serie, pero es indudable que las aristas desde las cuales puede ser visto el programa son múltiples. Admito que los temas desarrollados pueden ser trillados (lo que no resta su seriedad y vigencia), pero su integración en esta serie conforma un producto entretenido y crítico a la vez.












lunes, 4 de enero de 2010

Lecturas de verano

El período del año caracterizado por altas temperaturas, invasión de mosquitos y ropa liviana ha sido y es, para muchos de nosotros, la ocasión perfecta para aprovechar el receso académico y dedicarnos al placer de la lectura. Tanto en casa como en la playa, durante el día o la noche, el verano parece ser la época ideal para recuperar el tiempo perdido en lo que a lectura se refiere.
Los géneros elegidos son tan variados como los temas. Están los lectores que prefieren los tan populares thrillers, o quienes optan por investigaciones periodísticas que prometen desnudar la vida política y mediática actual. Las novelas clásicas se presentan también como opciones atractivas. Cualquiera sea el caso ¿quién no ha disfrutado alguna vez de una relajante lectura veraniega? ¿qué tendrá esta época del año que hace que esos sandwiches de hojas de papel y cartón se vuelvan tan atractivos? Quizás contribuyan a fomentar esta tendencia, en favor de la cultura escrita, las colecciones lanzadas en entregas quincenales por diarios y revistas de gran renombre.
Es probable que la revalorización de este hábito estival refute las tesis de quienes aseguran que "ya nadie lee" y que "hoy la gente no tiene cultura". Por supuesto, la lista de frases peyorativas no se acaba aquí; como tampoco las actitudes de quienes insisten en sostener que la literatura escrita es una de las pocas fuentes de "cultura" (como si nuestra percepción del mundo no se enriqueciera también mirando Los Simpsons u oyendo un CD de reggae). ¿A qué se deben estas mordaces críticas?
De cualquier modo, y más allá de las miradas que no alcanzan a percibir este fenómeno, parece que el verano es y seguirá siendo una prolongada pausa anual en la que, además del bronceado fácil y la cerveza fría, la lectura se impone como un referente típico. Y mientras los criticones seguirán criticando, los lectores que abrazan una novela o libro de cuentos seguirán gozando de la cálida brisa matutina que puede acompañar su costumbre letrada. Tal vez haya lugar en este mundo para una convivencia pacífica entre lectores y críticos; porque al fin y al cabo, todos disfrutamos de un buen chapuzón y de un caluroso día con amigos.